El gran Gabriel García Marquez hubiera cumplido hoy 90 años, y como en Lozada nos encanta conocer historias, aprender y vivir experiencias nuevas, nuestro homenaje (no podía ser de otra manera) es un viaje. Vamos a uno de esos lugares mágicos de la literatura, podría decirse la capital del realismo mágico. Fundada por José Arcadio Buendía junto a su esposa Úrsula Iguarán y sus amigos cuando buscaban cruzar las montañas en busca de una salida al mar y tras haber deambulado durante 26 meses. Fue esa noche que soñó con una ciudad ruidosa con "casas de paredes de espejo" cuyo nombre era Macondo.
Macondo no figura en los mapas pero puede ser cualquier pueblo del caribe colombiano.
"Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo" Con gitanos vendedores de inventos que aparecían cada año y donde nadie era mayor de treinta años y donde nadie había muerto, Macondo «era en verdad una aldea feliz»
La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla.
En Macondo transcurre la vida de la familia Buendía, a lo largo de cuatro generaciones. Allí transcurren los grandes eventos, desde su origen de vida apacible, que se ve alterada por las vicisitudes de las guerras civiles que durante casi veinte años asolaron el país, la llegada a la población de la compañía bananera con una nueva etapa de prosperidad y conflictividad social, el diluvio bíblico hasta la decadencia y final de Macondo y de los últimos Buendía, que malviven en un pueblo en ruinas...
En Macondo la fantasía y la realidad no están separados, forman parte de la misma trama de la historia, en uno de los relatos más bellos de la literatura universal. Por eso, si nunca viajaste a este lugar mágico te lo recomendamos para tu próximo destino: ya sean tus vacaciones en la playa o entre las montañas, ya sea caminando en calles exóticas, conociendo culturas nuevas o en el lugar más mágico de tu casa, disfrutarás, te emocionarás sumergiéndote entre las páginas de Cien años de Soledad. Será vivir la hermosa experiencia de un viaje dentro de otro viaje.