Podríamos equivocarnos y arrancar este recorrido por el viaje del Principito diciendo que es la obra literaria francesa más leída y vendida en la historia, o que es la más traducida (¡250 idiomas!), o también que fue publicada por primera vez hace 74 años (el 6 de abril de 1943 para mayor precisión) o que su autor Antoine de Saint Exupery no alcanzaría a ver el enorme éxito y la gran influencia de su creación en los años posteriores y en millones de chicos y grandes de todo el mundo. Pero nada de eso es importante si hablamos de El Principito, o mejor dicho, eso no es lo esencial. El "pequeño príncipe" se extrañaría de que sigamos hablando de números:
A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: «¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?» Pero en cambio preguntan: «¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?» Solamente con estos detalles creen conocerle. Si les decimos a las personas mayores: «He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado», jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: «He visto una casa que vale cien mil francos». Entonces exclaman entusiasmados: «¡Oh, qué preciosa es!».
El Principito se encuentra con el aviador en el Sahara. De la película "Le Petit Prince" (2015)
Así que hay que partir desde otro lugar. ¿Por dónde? ¡Veamos con el corazón! Bueno, entonces debemos decir que leer el Principito es una experiencia hermosa, así seas un niño, una adolescente que está por terminar la secundaria, un adulto que trabaja en un banco, un viajero recorriendo Europa, una abuela que cuenta cuentos... ¡El Principito es una historia hermosa para todo el mundo!
Por aquí decíamos porqué nos gusta tanto El Principito:
Porque es una historia de viajes, de los viajes que hizo el Principito conociendo y reconociendo. Viajes entre asteroides y planetas, despertando la imaginación, encontrando personajes, preguntando, aprendiendo. También es un relato sobre el espíritu de niño, un viaje a la infancia, el añorado planeta al que volver: «Puedo dedicar este libro al niño que una vez fue esta persona mayor. Todos los mayores han sido primero niños. (Pero pocos lo recuerdan)»
Un relato inspirador
Mucho se ha hablado de las inspiraciones que tuvo Antoine de Saint-Exupery para escribir su relato más recordado. Que el Principito es él mismo cuando era niño, que se inspiró en hijos de amigos que fue haciendo en sus viajes. Una de las teorías más simpáticas afirma que el planeta del Principito -el asteroide B612- está inspirado en el país de origen de su esposa salvadoreña Consuelo Suncín. La descripción del pequeño asteroide (del tamaño de una casa) y con volcanes, remite justamente a «La tierra de los volcanes» como se conoce al bello país centroamericano.
Y si de inspiraciones hablamos, quién no se impactó al ver en los baobabs, una visión premonitoria de lo que luego sería las terribles bombas atómicas:
"Siguiendo las indicaciones del principito, dibujé dicho planeta. Aunque no me gusta el papel de moralista, el peligro de los baobabs es tan desconocido y los peligros que puede correr quien llegue a perderse en un asteroide son tan grandes, que no vacilo en hacer una excepción y exclamar: «¡Niños, atención a los baobabs!»"
El Salvador, "tierra de volcanes" y de playas bañadas por el Pacífico, posiblemente la fuente de inspiración para imaginar el asteroide B612
Cuando el principito llega a la tierra encuentra a un piloto abandonado en medio del inmenso desierto del Sahara porque su avión había sufrido una falla mecánica (el propio autor tuvo un recordado accidente en el Sahara). Pero ya ha viajado por seis asteroides antes. El principito le cuenta al aviador: las puestas del sol, el cuidado de su rosa, y el gran trabajo que le dan los baobabs que pueden acabar con todo, pero también las aventuras que tuvo en su viaje antes de llegar a la tierra, le habla del planeta habitado por el rey, el otro del bebedor, el del hombre de negocios, o el atribulado farolero. Incluso le cuenta aquel secreto que su amigo el zorro le confesó: “…sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.”
Profundo, inspirador y con un tono siempre inocente y sorprendente, leer El Principito es dejarse acariciar por el texto y por esas bellas y simpáticas acuarelas con las que el propio Saint-Exupery ilustró la historia. Es una aventura emocionante, y un relato al que hay que volver una y otra vez. Siempre hay algo nuevo allí. Por eso hoy nos volvemos a envolver en este viaje que es un verdadero sueño. ¡Disfrutalo!
"...si les decimos: «La prueba de que el principito ha existido está en que era un muchachito encantador, que reía y quería un cordero. Querer un cordero es prueba de que se existe», las personas mayores se encogerán de hombros y nos dirán que somos unos niños. Pero si les decimos: «el planeta de donde venía el principito era el asteroide B 612», quedarán convencidas y no se preocuparán de hacer más preguntas. Son así. No hay por qué guardarles rencor. Los niños deben ser muy indulgentes con las personas mayores."
"¿Qué significa «domesticar»? —volvió a preguntar el principito.
—Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—; significa «crear vínculos…».
—¿Crear vínculos?
—Efectivamente. Verás —dijo el zorro—: Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces
tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…"
Un lugar para experimentar el universo de El Principito
En el 2014, en la ciudad de Ungersheim, en la hermosa región francesa de Alsacia se inauguró un parque temático enteramente dedicado a la historia de El Principito: el Parc du Petit Prince está entre las ciudades de Colmar y Mulhouse, cerca de la frontera con Alemania. "El primer parque aéreo en el mundo", propone revivir el viaje del relato entre asteroides y los insólitos personajes con los que se encuentra. Son unas 30 atracciones que rescatan el espíritu del libro original. Podés sumar esta experiencia singular en un recorrido inolvidable por Francia y el viejo continente.
En julio de 2014 se ha inaugurado en la localidad de Ungersheim en la región de Alsacia el parque temático dedicado a El Principito.
Imagen de la película Le Petit Prince (2015)